ALEMANIA:el lado oscuro de la contratación de trabajadores extranjeros para la Sanidad alemana en pleno coronavirus por parte de intermediarios y terceros

Una investigación , en la que participan medios como Correctiv, El Universal o El Confidencial, ha sacado a la luz el lado oscuro de la contratación de trabajadores extranjeros para la Sanidad alemana en pleno coronavirus por parte de intermediarios y terceros.

Desde hace años Alemania requiere de personal cualificado para desempeñar un gran número de trabajos.

El ámbito sanitario es uno de ellos, con unas necesidades de mano de obra que en la última década han ido creciendo.

Esta situación ha generado no pocas polémicas por los problemas que ello conlleva. Varios estudios han sacado a la luz que en aquellos servicios hospitalarios dotados con menos personal han aumentado las tasas de mortalidad.

A comienzos de este año la prensa alemana publicó que el hospital berlinés «Charité» había rechazado, presuntamente, ingresar a un niño con leucemia por la falta de personal.Un caso que, según los Medios, habría terminado con el posterior fallecimiento del menor.

Con posterioridad a 1990 las naciones de Europa oriental han sido una de las fuentes de mano de obra para enfermería. Algo que ha levantado no pocas críticas, pues se reprocha que estos países acometan la formación de un personal que luego terminaba en Alemania.

Este también ha sido el caso de España, especialmente tras el estallido de la crisis de 2007-2008.

Durante la última década muchos especialistas en medicina o enfermería, sin perspectivas laborales, han emigrado a Alemania y otros países.

La crisis provocada por el Coronavirus ha puesto contra las cuerdas a los hospitales alemanes, cuyas plantillas de Cuidados Intensivos están al límite.Esto se ha materializado en la pertinaz falta de personal y en un aumento exponencial de las horas extra.

Todo ello ha provocado que aumente la demanda de enfermeras y ha abierto las puertas al negocio de los intermediarios.

En este contexto, algunas clínicas han llegado a pagar hasta 15.000 euros a terceros para la búsqueda de personal de enfermería bien formado.

En la actualidad en los Balcanes y en el sur de Europa apenas si queda personal sanitario disponible. Debido a ello, los hospitales alemanes y los intermediarios buscan en zonas cada vez más lejanos, como Iberoamérica y Asia.

En un buen número de casos los intermediarios introducen contratos precarios o cláusulas abusivas.

Los riesgos que se derivan de este tipo de prácticas los acaban asumiendo los sanitarios en caso de ser contratados.

Aparte de las carencias de formación, un problema común es el desconocimiento de la lengua alemana. Y a todo ello se suman las urgencias para que el personal se incorpore a trabajar cuanto antes, sin estar siquiera familiarizado con el sistema sanitario alemán.

Muchos de los perfiles seleccionados se ven forzados en sus contratos a comprometerse, por escrito, a lograr en apenas seis meses un nivel B2 de alemán, según la clasificación del Marco Europeo de Referencia de las Lenguas. Algo que casi siempre acaba resultando imposible.

Las malas condiciones laborales, los problemas del idioma para comunicarse, los bajos salarios y los problemas de documentación (para los no europeos) acaban convirtiéndose en una trampa para muchos de los contratados que, tras unos meses, se ven atrapados en este sistema.

Para la portavoz del Colectivo Federal para el Personal de Enfermería Extranjero, Sabell Halletz, «esto casi roza el tráfico de personas, cómo se aprovecha la necesidad ajena para hacer negocio con ello».

El Estado alemán, a través de la administración federal, también contrata personal sanitario para los hospitales públicos en países como Vietnam, Filipinas, Túnez, Bosnia-Herzegovina o Serbia. Se trata del llamado sistema «Triple Win».

Este programa se denomina “Triple Win” en la premisa de que las tres partes implicadas ganan: el sistema de salud alemán (que cubre vacantes), las enfermeras y enfermeros (que encuentran trabajo en Alemania) y los países de origen (que aligeran sus tasas de desempleo).

La realidad, sin embargo, es que el Estado alemán apenas si cubre una pequeña parte de todas las vacantes.

Por otro lado, no son pocas las críticas de que la administración está mirando a otro lado ante los casos en que se producen abusos.

Fuente: Debra Alabi y Khalida Zequi

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