Descubre quiénes somos, de dónde venimos y por qué estamos en esta vida
Hoy haremos un recorrido por algunos parrafos del EL LIBRO DE LOS SECRETOS de Deepak Chopra uno de mis autores favoritos del que lei mi primer libro Cuerpos sin edad Mente sin Tiempo en 1998
Este libro el dr Chopra lo dedica a su padre que era Cardiólogo.
”A mi padre, KRISHAN LAL CHOPRA: La dignidad de tu vida y de tu muerte inspiró y liberó las dimensiones ocultas de mi vida”
Abre el libro de los secretos
«Este libro tiene dos objetivos: primero, persuadirte de que hay un misterio en las dimensiones ocultas de la vida; segundo, inspirarte la pasión y dedicación necesarias para descubrirlas
No pospongas este proyecto hasta que te sientas listo; estuviste listo desde el día que dejaste de preguntar quién eres y por qué estás aquí.
La mayoría rechazamos miles de experiencias que podrían hacer de la transformación una realidad. Sí no fuera por el empeño que ponemos en la negación, la represión y la duda, nuestra vida sería una revelación constante. En última instancia, debes convencerte de que tu vida es digna de analizarse con pasión y compromiso totales.
Fueron muchas las decisiones que mantuvieron cerrado EL LIBRO DE LOS SECRETOS , pero basta un segundo para abrirlo de nuevo.
El misterio de la vida es real La vida que conoces es una delgada capa de acontecimientos que cubre una realidad más profunda. En ésta, eres parte de cada experiencia que ocurre, ocurrió y ocurrirá. En la realidad profunda sabes exactamente quién eres y cuál es tu propósito. No hay confusión ni conflictos con ninguna persona. Tu propósito en la vida es fomentar la expansión y crecimiento de la creación».
«Si alguien me pidiera una prueba del misterio de la vida, la más clara sería la enorme distancia entre la realidad profunda y la vida cotidiana. Desde que nacemos recibimos constantes señales que sugieren la existencia de un mundo distinto en nuestro interior.
¿Has experimentado estos momentos de asombro?
Ocurren al escuchar música hermosa o cuando el esplendor de la naturaleza nos provoca un estremecimiento. También cuando vemos con el rabillo del ojo algo familiar (la luz del amanecer, un árbol meciéndose con el viento, el rostro de un ser querido mientras duerme) y sabemos que en ese instante la vida es más de lo que parece. Hemos pasado por alto innumerables señales porque no forman un mensaje claro.
He conocido a un número prodigioso de personas con experiencias espirituales asombrosas: de niños vieron el alma de su abuela elevarse al momento de su muerte o seres de luz durante una fiesta de cumpleaños, viajaron más allá de sus cuerpos físicos o fueron recibidos tras acudir a la escuela por un familiar que acababa de morir en un accidente automovilístico. (Un hombre me contó que había sido un “niño de la burbuja” durante los primeros diez años de su vida: viajaba en su burbuja sobre la ciudad y hacia tierras desconocidas.) Millones de personas -no exagero, es el testimonio de encuestas públicas- se han visto cubiertas por una luz blanca iridiscente; o han escuchado una voz que saben proviene de la fuente( o dios) ; o tuvieron guardianes invisibles en su infancia, amigos secretos que los protegían durante el sueño.
A cada secreto sigue un ejercicio que te permitirá aplicarlo en tu vida. La lectura incide en el nivel del pensamiento, pero los niveles del sentimiento y la acción permanecen intactos. Los tres deben fundirse para que tu realidad personal cambie. El primer secreto consiste en dejar que la sabiduría del cuerpo señale el camino. Escribe hoy mismo diez de las cualidades mencionadas y cómo pondrías en práctica cada una. Anótalas en una hoja aparte que te guiará durante el día.
Puedes dedicar una jornada a cada cualidad o escribirlas y practicar todas las que te sean posibles. El propósito no es que seas “una mejor persona”; no partas de la idea de que eres débil o incapaz. La intención es extender la zona de confort de tu cuerpo hacia el comportamiento y el sentimiento.
Asegúrate de que tus palabras expresen aspiraciones cercanas a tu corazón, que te hagan sentir tú mismo. Por ejemplo:
Propósito superior. Estoy aquí para servir. Estoy aquí para inspirar. Estoy aquí para amar. Estoy aquí para vivir mi verdad.
Comunión: Mostraré mí aprecio a alguien a quien nunca lo he expresado. Pasaré por alto la tensión y seré amigable con alguien que me ha ignorado. Expresaré al menos un sentimiento que me ha hecho sentir culpable o avergonzado.
Conciencia: Dedicaré diez minutos a observar y guardar silencio. Me sentaré a solas con el único fin de sentir mi cuerpo. Si alguien me molesta, me preguntaré qué hay detrás de mi ira y no dejaré de prestar atención hasta que desaparezca la incomodidad.
Aceptación: Dedicaré cinco minutos a pensar en las cualidades de alguien que me desagrada. Leeré sobre alguna comunidad que considero intolerante e intentaré ver el mundo a su manera. Me miraré al espejo y me describiré exactamente como si fuera la madre o el padre perfecto que me gustaría haber tenido (empezando con la frase: “Para mí eres hermoso”.
Creatividad: Imaginaré cinco cosas que puedo hacer y que mi familia jamás esperaría, y realizaré al menos una. Esbozaré una novela basada en mi vida (todos los sucesos serán verdaderos, pero nadie adivinará que yo soy el protagonista). Inventaré algo que el mundo necesita desesperadamente.
Ser: Pasaré media hora en un lugar tranquilo, percibiendo únicamente qué se siente existir. Me recostaré en el pasto y sentiré cómo la tierra se remueve lánguidamente bajo mí cuerpo. Inhalaré tres veces y dejaré que el aire salga lo más suavemente posible.
Eficiencia: Evitaré controlar al menos dos cosas y veré qué sucede. Observaré una rosa y reflexionaré en la posibilidad de hacer que se abra más rápida o bellamente de lo que lo hace; luego me preguntaré si mi vida ha florecido con tal eficiencia. Me acostaré en un lugar tranquilo cerca del océano o con una grabación de sus sonidos- y respiraré a su ritmo.
Conexión: Cuando esté con alguien y mi mirada se desvíe, la dirigiré de nuevo a sus ojos. Miraré con aprecio a alguien cuya importancia no he reconocido. Expresaré solidaridad a alguien que la necesita, de preferencia a un desconocido.
Dar: Compraré el almuerzo y lo daré a una persona necesitada -o iré a una cafetería y comeré con ella-. Elogiaré a una persona por una cualidad de la que se sienta orgullosa. Dedicaré hoy a mis hijos todo el tiempo que deseen.
Inmortalidad: Leeré un texto sagrado sobre el alma y la promesa de la vida después de la muerte. Escribiré cinco cosas por las que quiero ser recordado. Me sentaré y experimentaré en silencio el lapso entre la inhalación y la exhalación, sintiendo la eternidad en el momento presente.
Ejercicio 2: ¿accidente o inteligencia?
Cada uno de los secretos de este libro se refieren a la existencia de una inteligencia invisible que opera bajo la superficie visible de la vida. El misterio de la vida no es la expresión de accidentes aleatorios sino de una inteligencia omnipresente.
¿Es posible creer en esta inteligencia, o seguiremos aceptando sucesos azarosos y causas fortuitas?
Lee los siguientes hechos inexplicados y señala si conocías o no la existencia de esos misterios.
Sí O No Las aves que habitan el desierto cercano al Gran Cañón entierran miles de piñones en lugares muy dispersos al borde del desfiladero. En invierno, cada una encuentra los que enterró, aun bajo una gruesa capa de nieve.
Sí O No Los salmones que nacen en una pequeña corriente que alimenta el Río Columbia, al noroeste del Pacífico, nadan hacia el mar. Luego de varios años de recorrer vastas extensiones del océano, regresan para reproducirse justo al lugar donde nacieron, sin equivocarse jamás.
Sí O No A niños de distintos países se les leyó un texto en Japonés y se les preguntó si consideraban que habían escuchado palabras sin sentido o un bello poema en este idioma. Todos los niños japoneses contestaron correctamente pero, de manera significativa, también la mayoría de los de otros países, quienes nunca habían escuchado una palabra de este idioma en sus vidas.
Sí O No Una persona siente el momento exacto en que su gemelo idéntico muere en un accidente a miles de kilómetros de distancia.
Sí O No Las luciérnagas de Indonesia, que se cuentan por millones, son capaces de sincronizar sus destellos en un área de varios kilómetros cuadrados.
Sí O No En África, ciertos árboles podados en exceso pueden avisar a otros situados a kilómetros de distancia que incrementen la cantidad de tanina en sus hojas, sustancia química que las vuelve incomibles para los animales. Estos árboles reciben el mensaje y modifican su composición química.
Sí O No Gemelos separados al momento de nacer se encuentran años después y descubren que se han casado con mujeres del mismo nombre y en el mismo año, y que tienen el mismo número de hijos.
Sí O No La hembra del albatros vuelve con alimento al lugar de crianza y encuentra a sus polluelos entre cientos de miles de aves idénticas en una playa atestada.
Sí O No Una vez al año, durante la luna llena, millones de cangrejos herradura salen a la playa a aparearse. Todos responden al mismo llamado desde las profundidades del océano donde la luz no llega jamás.
Sí O No Cuando las moléculas de aire hacen vibrar tus tímpanos -de manera similar a un palo que golpea un platillo- escuchas voces que reconoces y palabras que comprendes.
Sí O No Aislados, el sodio y el cloro son venenos mortales. Combinados forman la sal, sustancia fundamental para la vida.
Sí O No Para leer esta frase, varios millones de neuronas de tu corteza cerebral deben formar de manera instantánea una estructura completamente original e inédita.
No hay calificación para este ejercicio, pero tenlo a mano hasta que termines el libro. Entonces reléelo y verifica sí tus creencias cambiaron y puedes explicar estos hechos con base en los secretos espirituales considerados.
Secreto 2 El mundo está en ti
Para resolver el misterio de la vida sólo necesitamos cumplir un mandamiento: vivir como una célula. Sin embargo, no lo hacemos, y la razón resulta evidente: tenemos nuestra manera de hacer las cosas. Nuestras células se alimentan del mismo oxígeno y glucosa que nutrieron a las amibas hace dos billones de años, pero nosotros preferimos los alimentos de moda, grasosos, azucarados y frívolos.
Pese a que nuestras células cooperan entre sí -con base en lineamientos establecidos por la evolución en los helechos del periodo cretáceo, nosotros encontramos un nuevo enemigo en el planeta cada década, cada año, cada mes. Lo mismo podemos decir de otras desviaciones de la sabiduría exacta, completa y casi perfecta de nuestros cuerpos. Estos ejemplos reflejan una situación de mayor alcance. Para volver a la sabiduría de la célula debemos aceptar que vivimos las consecuencias de elecciones ajenas.
Se nos enseñaron hábitos y creencias que ignoran por completo el misterio de la vida.
Estas creencias están contenidas unas en otras, como esas cajas chinas que contienen siempre otra más pequeña: Hay un mundo material. El mundo material está lleno de objetos, sucesos y personas. Yo soy una de esas personas y no tengo una posición más elevada que las demás. Para descubrir quién soy debo explorar el mundo material. Este conjunto de creencias resulta limitante. En él no hay lugar para ningún acuerdo espiritual; ni siquiera para el alma
. ¿Para qué integrar el misterio de la vida en un sistema que sabe de antemano qué es real? Por más convincente que parezca el mundo material –y para vergüenza de la ciencia moderna-, nadie ha podido demostrar que es real. Las personas comunes no están al tanto de los avances de la ciencia, por lo que este grave problema no es conocido. No obstante, cualquier neurólogo puede decirte que el cerebro no ofrece ninguna prueba de que el mundo exterior existe en verdad, y sí muchas de que no existe.
Todo lo que el cerebro hace es recibir señales incesantes relacionadas con el equilibrio químico, el consumo de oxígeno y la temperatura del cuerpo. A lo anterior se suma una corriente discontinua de impulsos nerviosos. Esta enorme cantidad de información no procesada tiene su origen en estallidos químicos que producen cargas eléctricas. Éstas viajan en todas direcciones por una intrincada red de finísimas células nerviosas, y una vez que llegan al cerebro (como un corredor que lleva un mensaje a Roma desde los límites del imperio) la corteza las combina y forma un conjunto aún más complejo de señales eléctricas y químicas.
La corteza no nos dice nada sobre este procesamiento perpetuo de información, que es lo único que ocurre dentro de la materia gris. Nosotros sólo percibimos el mundo material con todas sus imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas.
El cerebro nos ha gastado una broma, un admirable juego de prestidigitación, pues no existe conexión entre la información no procesada del cuerpo y nuestra percepción subjetiva de un mundo exterior.
Si te ha gustado este artículo basado en parte del primer capítulo del libro EL LIBRO DE LOS SECRETOS de Deepak Chopra te invito a seguir nuestras notas de libros que marcaran diferencias en tu vida.
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